lunes, 24 de diciembre de 2007
Canción de Navidad
Con ilusión y alegría,
las gallinas de mi tía
picotean el caviar.
Picotean los óvulos de otra especie animal
extrayendo de ellos
su alegría y su bondad
/A dios rogando y con el pico dando, las gallinas de mi tía
celebran la navidad/
Lamprea es lo que se come en mi casa en Navidad,
se prepara en su sangre,
pensando con caridad
en gallinas y en las huevas.
Ni permiso ni cien muertes en esta fecha especial,
todos felices comparten
peces muertos y azúcar glass.
/A dios rezando y la mandíbula yantando, los familiares de mi tía
celebran la navidad/
Todos juntos encontramos este año a la Navidad,
y juntos la festejamos
con gallinas y bondad.
No se enfade el Niño Dios
y nos mande rebanar
los cuellos o las gargantas
las traqueas, los genitales,
las manos y las rodillas,
las corvas y las sangrías.
Preparados esperamos que la noche pase en paz
celebramos todos juntos
(en la casa de mi tía),
la matanza de los otros
y la conservación (conversación)
de los propios.
/A dios ignorando y las cabezas pensantes, pensando
para comer en navidad/
martes, 18 de diciembre de 2007
Juez y Honra (I)
matutino,
la escarcha que niebla
los parabrisas de los coches
callejeros,
juzgo otra vez,
en mi mente,
a los malvados y a los
oscuros de corazón
de piedra.
Vuelven a ser condenados
y ajusticiados;
pero también se les premia
(corrijo: les premio)
porque la vida es sí y es no,
es una de cal y otra de arena,
en la espiral inevitable y continua,
natural e incomprensible,
absurda y lógica.
Como una oca, de buen paté,
pretende equivocar el juicio,
sin entender, que, no porque
le premie, el castigo será
más suave.
martes, 11 de diciembre de 2007
Miserere I
miserere, miserere;
promesas maltraídas, adocenadas,
miserere, miserere;
las puntas de las botas del marinero
que, de campaña,
se ha bajado al puerto,
ha dejado el barco,
miserere, miserere;
calientes los místicos,
miserere, miserere;
candidatos mentecatos
salvavidas pizpiretos,
miserere, miserere.
Cayena para todos,
que luce el flequillo altanero,
perlas miserables cuyo
brillo es mate,
cuyo brillo es mate.
Miserere, miserere
lunes, 10 de diciembre de 2007
Recuerdos
Recuerdo la noche plateada,
de acacia el molinete
pendenciero.
Recuerdo el amanecer perlado,
en busca del bonete
pedigüeño.
Recuerdo la llegada del sereno
(primera acepción)
mordaz.
Recuerdos moleculares de arcilla del pasado
reciente y pasado pretérito pasado;
recuerdos de las antorchas que portaban
las hormigas hogareñas que daban sombra a su paso.
Recuerdos atómicos y mancillados por el volátil
paso,
ligero y aguado,
de la cuerda que denuncia once veces el pasado,
de la cuerda que once veces repite lo acordado.
domingo, 9 de diciembre de 2007
Modere sus comentarios (si le cunde)
a los oídos
y a la vista
y al ombligo
(hacia fuera, bajorrelieve de trazo grueso),
que casi
marchita las pupilas del viento
mañanero que perpetra su función
a conciencia pura.
Que haya siempre que aguantar esta serenata
desviada y aburrida.
Que no se pueda una sumar al carro de las
desdichas
de los monstruos egoístas y envidiosos.
Es tan evidente que de perspicaz
se muestra malévolo y ausente.
Es tan perspicaz que la evidencia
padece las bilis y la hiel,
carcamal de un payaso malnacido,
de un payaso bienintencionado
de baja cuna, de pétreo busto
de armiño rancio.
Resiente, ¡resiente!
sábado, 8 de diciembre de 2007
Pingües y prestos
y tarado,
tomando nombres,
escribiendo los nombres
que les dicen las pobres almas,
en su libreta azulada.
Perlado el monumento,
catamarán que, de proa,
embistes morlacos
de fértil capital,
con el ansia menguada y aún así
presto, moreno y altivo.
Hay momentos que se acaban,
y hay momentos que no empiezan.
Que no sea ésa
la excusa que un prelado
de Carmona le ponga
a usted.
viernes, 7 de diciembre de 2007
Perdigones
que, a desmerecer, pretende
igualar en autonomía a la
santa cruz que besamos,
no se atreva siquiera a intentarlo.
Canalla que a duras penas
te sobreviviste a ti mismo,
no calientes ahora las seseras
de mostrencos, ignorantes o tardos
con tu serenata de mentideros
de postín,
que a nadie engañas.
Bufa lo que te plazca,
eso sí,
pero en la intimidad de tu fantasma,
no más allá.
jueves, 6 de diciembre de 2007
Instrucciones para marinar al falso dios
Un trozo de piel
arrancado de tu cuerpo.
Debajo hay ya otro trozo de piel,
aunque sea aún bebé,
sin hacer del todo,
rojito, morado, quizás.
Te arrancas un trozo de piel,
ésta es la idea,
y lo mantienes en la mano
un rato,
o jugueteas con él,
frotándolo con la punta de los
dedos,
entre el índice y el pulgar.
Sin quitarle la vista de encima,
te concentras en
ese trocito de piel
de tu cuerpo,
que ya ha sido sustituido
y seguro que olvidado
por la inconsciencia de las células.
Entonces, te das cuenta
de que ese trozo de piel
es sospechosamente
parecido a un pedazo pequeño
de cuero.
sábado, 1 de diciembre de 2007
El Amor
de que a toro
pasado,
macho seguro,
pero tengo que decir
que, al final de la corrida,
el amor
es como meter la
mano en el cuenco de las
pipas y que
sólo queden cáscaras que ha
tirado otro.
jueves, 29 de noviembre de 2007
Pereces
de suspiro
y sus caleidoscópicos instintos
pirómanos
fastidiaron la tarde a más de uno.
Acércate más a la llama,
comulga de una vez con quien te da
de comer,
que no se diga que,
en estos tiempos,
en los que dudar es negar,
dudas,
porque estarás negando,
en estos tiempos en los que negar es morder,
estarás negando, entonces,
la mano que te da de comer.
Lapislázuli
Clamores a la mar,
que el hierro ha cortado
la digestión de la ballena
adocenada de doctrina
charlatana.
Tan duro como el acero.
Su aliento alienta.
Su cruz crucifica.
Pensarán que son los tiempos
y pensarán que no ha lugar.
Ni los tiempos ni los lugares,
tan duro como el acero.
Calienta la tea
frotando con vigor
y estupor calimbo.
Soterrada la mañana,
amarga un dulce de tan
ácido y dulce,
el dulce.
Calixto se muere al fin
y pergeña su función
ad hoc.
Ad hoc.
Equipo de montaña
tuviste.
¿No fue suficiente que aún opinas,
te atreves a opinar y a llevar la contraria?
No cometas el error de tus ancestros.
Calcula la hierbabuena y pregona
sus cantos.
Que más duro que el acero,
tan duro como el acero,
el lapislázuli.
miércoles, 28 de noviembre de 2007
Billete, señora
lo conozco de otras veces
que he tenido que cruzar la península.
No es que yo esté diciendo que siempre
suba a este tren.
Pero esta vez me subo a este tren.
El filibustero que se hace
pasar por revisor,
se hace pasar por galán
y al tomar el billete que con mi
mano le cedo,
mi mano apenas roza con el aliento
de sus labios,
para hacer como que besa
mi mano.
Al retirar la cabeza,
al volverla a subir,
sus ojos pícaros se hacen
pasar por conquistador
siendo que en verdad
mueren de miedo.
martes, 13 de noviembre de 2007
Vendo periquitos.
para descripciones estoy yo.
Harta, más que harta,
más que descrita.
Vendo periquitos azules
y albinos,
¿Cómo? ¿Albinos?
Albinos, sí.
¿Dónde los vende usted?
¿Es que es eso relevante?
Usted verá...
Pues en la capital, señor
mío, en la capital
a 5 euros solo.
¿Sólo?
Descríbalos ahora mismo, que no respondo.
No es menester su respuesta, caballero,
que ya se lo he dicho.
Vendo periquitos azules y albinos en Badajoz capital a 5 euros.
Precio: € 5.
sábado, 10 de noviembre de 2007
La voz de mi marido
hostias,
entender aquí quién manda,
a hostias,
si es que eso hace falta,
hostias.
No es que a mí me guste,
hostias,
tener que daros de
hostias.
Es que hay que ver lo que os cuesta,
hostias,
entender cómo son las cosas.
miércoles, 31 de octubre de 2007
La importancia
diviso con nostalgia
(y la dentadura en el vaso
en la mesa camilla)
aquellos picatostes.
Aquellos picatostes...
que mi amiga Anacarda,
alguna vez dijo
picaportes.
Se equivocaba, que son picatostes.
Pero ella
(y entienda sólo quien pueda)
es tan joven aún y entonces no se da cuenta...
de que antes que los picaportes,
en importancia,
están los picatostes.
Pero este no es el tema.
Miro, digo,
otra vez,
desde mi atalaya,
con la dentadura en el vaso,
y también la miro...
qué ricos los picatostes,
cómo bailaban los jugos
en mi estómago
y aún bailan,
que los miro
desde mi atalaya, con los dientes,
que los miro,
también,
encima de la mesa,
desde mi atalaya,
los dientes, en el vaso, en la mesa camilla,
miro, digo, otra
vez,
los picatostes...
dientes...
atalaya...
miro...
Ahora, desde mi atalaya...
martes, 30 de octubre de 2007
Cancionero
del cremar oscuro
las negras nubes,
los amplios nubarrones.
Que el amor que por él
manifiesta tu pupila cargada
revierta en billetes,
que la vida no es gratis.
Pervierte al azahar el calor
de la mañana de octubre,
que no son horas,
que no son horas,
que no son horas.
Relumbra...
relumbra...
¡Que relumbre la vida
y la pausa (paréntesis)
y la omisión!
Que ya me tienes harta de decir
y no sentir.
De sentir y de callar.
En cancionero me transformas
la vid que vimos crecer.
En cancionero me transformas
el tubérculo que fermentamos.
Sal ya de aquí,
con viento,
fresco.
viernes, 19 de octubre de 2007
Mañana
a quicos, tostados
y fritos.
Hoy me huele el pis
a sal y harina,
a metal oxidado,
frito y tostado.
Hoy el orín
me huele a
maíces refritos y salados.
sábado, 6 de octubre de 2007
Desperté
agarrando la almohada
y gritando:
"Devolvedme mis dientes
de esparatrapo,
que sé que me los habéis escondido
en las lindes
del mercado andromedario".
Era un sueño de los que dicen
surrealistas.
Era un sueño que los que
decían
surrealistas
ya no lo dicen, que se abstienen.
Me desperté de un sueño,
de una pieza.
domingo, 30 de septiembre de 2007
Sinceridad
hace tiempo que no te digo
de cerca y al oído,
lo que hace tiempo que quiero que sepas
de la
mí mente
Y así va a seguir la cosa.
Angelus del domingo 30 de septiembre de 1984
a que me insultes,
hoy domingo, 30 de septiembre de
1984,
transpiro de sentir en mi cadera
la punta afilada de tu arma
morena
de acero gris y lavanda.
Me faltan corifeos
que la colina expliciten, que
me expliquen a quién odiar.
Me faltan perros falderos
que culminen la cornucopia
de hiel en que se han convertido
mis fines de semana,
que la colina expliquen
y expliciten a quién odiar.
A nosotros, los que estamos aquí,
siempre estaremos aquí
que no nos movemos más
que para ir a votar,
siempre se nos quedan cortos
corifeos y perros falderos
por mucho que digamos lo contrario.
Mentimos, ya lo sabéis.
Gemelos II
tenía, tenía
sus hombros de
pera, de pera.
Y mi hermano gemelo
caía rodando al suelo
como alma
en pena, en pena,
por sus hombros
de pera,
de pera.
Antes de que su cuerpo
(de pera, de pera)
tocara el suelo,
de pena, de pena,
se cruzó por mi mente
(en standby)
una lástima eterna:
"¿Son mis hombros
de pera...
de pera?"
Gemelos
los únicos seres humanos
de esta creación que
no se escandalizan de horror,
de asco y de vergüenza
cuando, por azar o
por crueldad,
escuchan
su voz
grabada?
jueves, 26 de julio de 2007
Escribo
antes que las nubes desaparezcan del cielo,
antes que me digas que ya va siendo hora
que te acabes el flan.
Antes que el viento se convierta en cálido aliento,
antes que me recuerdes que he perdido el monedero.
En definitiva, antes DE que haya pasado lo que
esta tarde vendrá a pasar,
escribo.
jueves, 31 de mayo de 2007
La mano que acucia al nervio
de lenguaraz cometida,
soterra, valga o no valga,
el parecido con ella.
Resiente de sus canteras adormecidas
y en vela,
el cantar de amanecida de una
muestra de parterre.
Pero esa mano, encallecida
y con una peculiar marca, de una herida
antigua,
sobre el nudillo del índice,
que blanquea la piel,
y no la afea,
la blanquea,
acucia al nervio para
sí misma,
acucia al nervio para
ella misma,
acucia al nervio,
denosta al cuerpo.
Los brebajes que ha tomado
de poco le han servido hasta ahora.
Tan sólo para engañar
al estómago ingenuo y caliente, que espera
alivio.
Pues es la mano quien acucia al nervio.
Con su mancha blanca,
con su forma de blanca
mancha.
Sobre el nudillo del dedo índice
no hay pelo.
Hay una mancha blanca, que afea
al hombre.
No a la mano, al hombre.
Te puedes imaginar manchas similares
por todo el cuerpo,
causadas por distintos accidentes,
de naturaleza distinta cada uno de ellos.
Y ninguna afea tanto,
al hombre,
como la mancha blanca,
que acucia al nervio,
sobre el nudillo del índice
derecho.
Por derecho, derecho.
lunes, 7 de mayo de 2007
GABARDA Electrodomésticos
Genio del electrodoméstico.
Artista como no hay otro.
Bella persona además de estupendo profesional.
Amante del trabajo bien hecho.
Reluciente tiene la tienda (se limpia).
Dadivoso con los descuentos.
Altruista con los arreglos.
GABARDA no tiene igual.
GABARDA es fundamental.
GABARDA te vende una lavarora, sin pensar
que luego te la haya de arreglar.
Compre en Gabarda
o
aténgase.
miércoles, 11 de abril de 2007
Orenga
un pecado de
mente.
Y es que el hombre de mi vida,
mi adorado esposo mediante,
es grande y tiene perilla.
Qué hombros me le adornaban,
era una torre en vida.
Galán, desde luego, lo era
y apuesto y buen mozo.
Corría arriba y abajo
el mi Juan Antonio, todo el día.
Perlado, perlado.
lunes, 2 de abril de 2007
El autoestopista
el autoestopista,
que apunta con el dedo al cielo
y pretende que pare mi esposo
amado.
Valiente cretino.
Mi esposo, me refiero,
que le quiero, claro,
y le afecto,
pero es un cretino.
Pues se detiene en el camino
para recoger al autoestopista,
con las cachazas incluidas,
que ahora,
mientras escribo,
ocupan asiento y mitad
traseros
de nuestro automóvil.
martes, 20 de marzo de 2007
La vecina tira pan tostado al techo para que se lo coman las palomas
Las palomas tiran migas de pan al suelo para que se lo coman los perros.
Los perros se llevan a casa, entre las patas, olores de la calle para que investiguen los gatos.
Los gatos huelen la calle y fantasean con salir y, en un descuido, cazar una paloma.
miércoles, 14 de marzo de 2007
Almirantes
que subroga el tiempo.
A veces
es difícil saber cuándo
empieza el tiempo
que subroga el tiempo.
Velámenes circuncidados
admiten el mismo tono
que trajo la soflama incandescente.
No dejéis de llorar,
verdugos,
que los bajos del pantalón
parpadean al paso
del almirante.
Prístinos
son los garantes de la libertad de otros tiempos
que subroga el tiempo.
viernes, 9 de marzo de 2007
De calabaza
me he comido dos buñuelos.
Me he quedado hipnotizada
con el girar del aceite hirviendo,
espoleado por la espumadera
del churrero.
De calabaza
me he comido dos
buñuelos.
En una de estas,
el churrero, en un descuido,
ha errado en la
inercia y ha acabado
con su hemisferio izquierdo
abrasado.
Abrasado.
De calabaza me
he comido
dos
buñuelos.
Pobre churrero...
aunque, no tanto,
pues es churrero, pero
no de aquí,
de otras tierras,
es churrero.
De calabaza me he comido
dos
buñuelos.
miércoles, 7 de marzo de 2007
Parejas modernas
y los adornos rococós de entretiempo.
Entretenidas están las abejas,
les habría llevado el periódico,
o, en su defecto,
la prensa.
Pero es que no es el sexo
ópera.
Anda, mujer, por favor.
No es más que trabajo y pasado
y que no me lo digas
no implica que yo no tenga pasado.
Descaro y mentiras.
Incomparables guillotinas para castrar a las parejas y a los asesinos de serie.
domingo, 25 de febrero de 2007
En la biblioteca
vinagre.
Fundamental el vinagre.
Un aliño completo.
Una axila aliñada,
y un machadito con ajo y cebolla,
cebolla sudada, bien sudada.
Y aún mueven los brazos al andar.
Déjelos pegados al cuerpo, señor,
que ya desde aquí su aliño
se deja sentir.
Y usted fuma, sin duda,
y poco se asea,
porque
con aceite y sal
y mucho vinagre,
va aliñado
y aliñando su entorno.
El hombre debe de oler,
claro está,
pero hay ciertos límites.
Encienda otro,
otra vez con la colilla del anterior,
que encendió con la colilla del
anterior, que encendió con la
colilla del anterior, que
encendió otro,
con la colilla del anterior.
Se deja usted sentir,
no le quepa duda.
sábado, 24 de febrero de 2007
Amorfo
Cojo aire y al toro,
Que no es la primera vez.
Hay que aguantar la respiración
Para poder llegar hasta el final
De un modo decente.
Trato de contener también alguna
Arcada puramente
Fisiológica, igualmente sentiría unas pequeñas contracciones
En la glotis si tuviera que tragar
Polvorones sin respirar durante
Quince minutos.
El cielo del paladar como entumecido
De la emoción
O no.
Paro para respirar y me empujan.
miércoles, 21 de febrero de 2007
Entra
La soga que anuncia el muerto
sostuvo la madera, antes
perdida,
y ahora testifica en tu contra.
De dolor y sabiendas,
de calor y perversidad,
de claveles de ominosa sabiduría.
Cal en la puerta para que no entres
para que entres,
para que sepas que la bienvenida que te espera
es de claveles de ominosa perversidad.
domingo, 18 de febrero de 2007
Antropófaga
Me choco contra las paredes de tu cuerpo,
que me impiden
llegar a ti.
Recorro cada centímetro de esa piel amarillenta
que te cubre
entero
y que me impide llegar hasta lo que me interesa
de ti.
Tú crees que te amo, o algo por el estilo, o, a lo mejor
que te deseo
sexualmente,
pero no es así. Lo único que quiero es
comerme
tus vísceras,
tus órganos blandos son lo único aprovechable
de
ti.
Acabar con la tristeza
en el oído del ratón de biblioteca.
Chasquidos de satisfacción vacía
en la pupila del voraz buitre de oficina.
Murmullos cariacontecidos
torturan la piel del burro de carga.
Ecos, susurros, runrún.
Rumores que revientan las
almenas de pastizal remendado
que un anhelo presiente
en la noche posterior al desencanto
del mozo
llamado a filas.
Presbítero de mis entretelas
encauza las notas de tu lira
y no permitas que permitan
a aquellos pobres de solemnidad
acabar con la tristeza.
Poesía
mi corazón.
Trozo de músculo que empuja
los versos hacia fuera y los recoge
luego hacia dentro.
No puedo dejar de generar
obra poética.
Versos por doquiera,
endechas, sonetos,
alegrías y tristezas.
Rincón de poesía es
de poesía mi corazón.
Reviento de palabras y de afán
reviento de amor y de poesía.
El aseo es de gran importancia
¿Usted se limpia?
Sí.
¿Se asea con asiduidad?
Sí. No.
Aclárese (el pelo).
¿Te has lavado? ¿Te
has limpiado?
Cada día, claro.
Muy bien.
Usted es de confianza.
Y huele a azahar.
Sí.
EL ASEO ES DE GRAN IMPORTANCIA (II). El aseo ha de ser diario.Una banda de nubes.
San Sebastián se resiente por la borrasca tempranera.
Mosquitos caleidoscópicos, le quito
A mi niño de la nariz.
Parece mentira que sólo tenga dos años.
Lo que puede moquear este chiquillo.
Y el temporal que no arrecia,
Y la lluvia que golpetea sin descanso.
Y yo le digo, para que se esté quieto:
“Mira, mira cómo el mundo también se asea”.
Pero él no quiere ir limpio, quiere
Ser un mocoso hasta que crezca.
Así que al final tengo que ceder,
Despido a los buenos modos,
Le doy una hostia en la coronilla,
Y salen todas las mucosidades de golpe,
Y aterrizan en el mantel nuevo, el pintado
Con melocotones y gorriones.
Mi primera comunión
heces y uñas de su propia cosecha.
Atoran, decía, los conductos de su baño,
interrumpiendo el fluir artificial de las aguas
de baño.
Otra uña,
otra hez.
Algo de pis, para que pase.
Somos feos por dentro,
la belleza está en el interior,
estamos llenos de bichos.
La comida de esta celebración
transformaremos en energía,
no sin antes haberla hecho
pasar
por mil estados de putrefacción
exquisitos y malolientes.
En Burjassot, 1928. El día de mi primera comunión
sábado, 17 de febrero de 2007
Mudanza (espero a los hombres)
de la mudanza
que se retrasan, como es menester,
que es lógico que se replieguen
un momento al carajillo mañanero,
de mañana bien temprano,
con el sol bien reluciente,
con el cigarro templado.
Espero a los hombres
que han de llevarse mis muebles.
Pues me marcho de mi tierra,
de Burjassot, de Valencia,
pues me marcho de mi tierra,
para recordarla siempre.
Espero a los hombres
que me llevarán a la capital,
a mí y a todas mis forjas,
nos llevarán en camión,
de Burjassot a Madrid.
Espero a los hombres.
martes, 13 de febrero de 2007
Abnegación por el amor perdido
ilusionado con el repiqueteo de los martillos
ancianos y agostados de un parcal medianero.
Y es que nunca comulgué con el dicho
de castellanos viejos de
"el muerto al hoyo y el vivo al bollo"
de canela,
relleno de crema
pastelera.
Pastelera menor de un cacique de lima,
qué sustancia es la que se vierte por
sus entretejos de virginal calado.
Restrinjo, repito, restrinjo,
que aún es reciente la desesperanza
de la pérdida del mayor amor
por el que este corazón tardío
pero no experimentado,
ha latido.
Semblanza
Inauguramos ahora este blog poético español con dos de las poesías que María ha brindado a la humanidad y a la historia del arte. En adelante iremos desgranando las perlas que de su pluma. Así como notas, apuntes biográficos y vivencias. Admitimos y abrazamos comentarios, alabanzas y loas, porque no inspiran otra cosa las poesías de María.
No quiero ocupar más espacio, que debería estar repleto de poesía y nada más.
Viva María. ¡Viva!
A Anacarda, amiga
Renunciar a la poesía por la poesía misma,
Cardo, flequillo cardado, la hermana de María,
Cajús, en definitiva, con nombre de mujer.
Soslayo en cada palabra,
Sorpresa en cada verso,
Mezquino quien no te crea,
Salud, bienvenidos todos.
¡Qué de tiempo que sin que te pases!
Ornitorrinco baqueteado en la sima
Proverbial de ancestros parecidos.
Semejantes.
El alma aún abierta a flor de piel
Piel.
Ése es el contacto.
Acercarse a la idiocia, sobrepasándola con creces,
Rozándola apenas,
A un milímetro,
Sobrepasándola con creces.
Luz de la mañana, reflejo de la aurora,
Vienes del sur y hacia poniente te diriges
Poniendo en cada soneto una
Palabra de amar
gura.
Movidas,
Fotos,
Calendarios fuera de temporada,
A la sombra de un ombligo tempranero,
Resguardado por la camisa marrón,
Parte integrante de un equipo de montaña,
Siempre añejo, siempre lejano,
(anejo sólo es un poco distinto de añejo)
Nunca a la mano.
Qué calor, qué bien vendría, a estas alturas, una poquita de sombra en la que resguardarse.
A ti, Anacarda, amiga,
de la mi pluma.
Primera Visión de mi Marido
Hay ante la puerta de mi casa
Un señor malencarado.
Me está mirando muy serio, y trata de tocar mi mano.
¿Qué he de hacer, madre?
No lo sé, soy tan joven aún.
Pero colijo que no muy tarde,
En dos años a más tardar,
Algo más sabré de este señor que me tira los tejos
Inmisericorde.
La virtud, la legendaria savia, la matriz,
Pero es complicado.
Yo mantengo mi virtud, y lo haré,
Reniego de los sabores de la carne,
De los humores del lecho,
De las caricias,
De la piel,
Del aliento contra la nuca y los dedos clavados en las sábanas.
¡Reniego, reniego!
Pero él no deja de frotarse contra la barandilla.
En Madrid, 27 de septiembre 1949.