sábado, 6 de octubre de 2007

Desperté

De un mal sueño me desperté
agarrando la almohada
y gritando:
"Devolvedme mis dientes
de esparatrapo,
que sé que me los habéis escondido
en las lindes
del mercado andromedario".
Era un sueño de los que dicen
surrealistas.
Era un sueño que los que
decían
surrealistas
ya no lo dicen, que se abstienen.
Me desperté de un sueño,
de una pieza.

domingo, 30 de septiembre de 2007

Sinceridad

Hace tiempo que no hablo contigo,
hace tiempo que no te digo
de cerca y al oído,
lo que hace tiempo que quiero que sepas
de la
mí mente
Y así va a seguir la cosa.

Angelus del domingo 30 de septiembre de 1984

De regalado el mote
a que me insultes,
hoy domingo, 30 de septiembre de
1984
,
transpiro de sentir en mi cadera
la punta afilada de tu arma
morena
de acero gris y lavanda.
Me faltan corifeos
que la colina expliciten, que
me expliquen a quién odiar.
Me faltan perros falderos
que culminen la cornucopia
de hiel en que se han convertido
mis fines de semana,
que la colina expliquen
y expliciten a quién odiar.
A nosotros, los que estamos aquí,
siempre estaremos aquí
que no nos movemos más
que para ir a votar,
siempre se nos quedan cortos
corifeos y perros falderos
por mucho que digamos lo contrario.
Mentimos, ya lo sabéis.

Gemelos II

Y mi hermano gemelo
tenía, tenía
sus hombros de
pera, de pera.
Y mi hermano gemelo
caía rodando al suelo
como alma
en pena, en pena,
por sus hombros
de pera,
de pera.
Antes de que su cuerpo
(de pera, de pera)
tocara el suelo,
de pena, de pena,
se cruzó por mi mente
(en standby)
una lástima eterna:
"¿Son mis hombros
de pera...
de pera?"

Gemelos

¿Son los hermanos gemelos
los únicos seres humanos
de esta creación que
no se escandalizan de horror,
de asco y de vergüenza
cuando, por azar o
por crueldad,
escuchan
su voz
grabada?