sábado, 24 de febrero de 2007

Amorfo

Cojo aire y al toro,

Que no es la primera vez.

Hay que aguantar la respiración

Para poder llegar hasta el final

De un modo decente.

Trato de contener también alguna

Arcada puramente

Fisiológica, igualmente sentiría unas pequeñas contracciones

En la glotis si tuviera que tragar

Polvorones sin respirar durante

Quince minutos.

El cielo del paladar como entumecido

De la emoción

O no.

Paro para respirar y me empujan.

miércoles, 21 de febrero de 2007

Entra

Claveles de ominoso bienestar.
La soga que anuncia el muerto
sostuvo la madera, antes
perdida,
y ahora testifica en tu contra.
De dolor y sabiendas,
de calor y perversidad,
de claveles de ominosa sabiduría.
Cal en la puerta para que no entres
para que entres,
para que sepas que la bienvenida que te espera
es de claveles de ominosa perversidad.

domingo, 18 de febrero de 2007

Antropófaga

Me choco contra las paredes de tu cuerpo,

que me impiden

llegar a ti.

Recorro cada centímetro de esa piel amarillenta

que te cubre

entero

y que me impide llegar hasta lo que me interesa

de ti.

Tú crees que te amo, o algo por el estilo, o, a lo mejor

que te deseo

sexualmente,

pero no es así. Lo único que quiero es

comerme

tus vísceras,

tus órganos blandos son lo único aprovechable

de

ti.

Acabar con la tristeza

Zumbidos nihilistas
en el oído del ratón de biblioteca.
Chasquidos de satisfacción vacía
en la pupila del voraz buitre de oficina.
Murmullos cariacontecidos
torturan la piel del burro de carga.
Ecos, susurros, runrún.
Rumores que revientan las
almenas de pastizal remendado
que un anhelo presiente
en la noche posterior al desencanto
del mozo
llamado a filas.
Presbítero de mis entretelas
encauza las notas de tu lira
y no permitas que permitan
a aquellos pobres de solemnidad
acabar con la tristeza.

Poesía

Chiscón es de melancolía
mi corazón.
Trozo de músculo que empuja
los versos hacia fuera y los recoge
luego hacia dentro.
No puedo dejar de generar
obra poética.
Versos por doquiera,
endechas, sonetos,
alegrías y tristezas.
Rincón de poesía es
de poesía mi corazón.
Reviento de palabras y de afán
reviento de amor y de poesía.

El aseo es de gran importancia

EL ASEO ES DE GRAN IMPORTANCIA (I)

¿Usted se limpia?

Sí.

¿Se asea con asiduidad?

Sí. No.

Aclárese (el pelo).

¿Te has lavado? ¿Te

has limpiado?

Cada día, claro.

Muy bien.

Usted es de confianza.

Y huele a azahar.

Sí.

EL ASEO ES DE GRAN IMPORTANCIA (II). El aseo ha de ser diario.

Una banda de nubes.

San Sebastián se resiente por la borrasca tempranera.

Mosquitos caleidoscópicos, le quito

A mi niño de la nariz.

Parece mentira que sólo tenga dos años.

Lo que puede moquear este chiquillo.

Y el temporal que no arrecia,

Y la lluvia que golpetea sin descanso.

Y yo le digo, para que se esté quieto:

“Mira, mira cómo el mundo también se asea”.

Pero él no quiere ir limpio, quiere

Ser un mocoso hasta que crezca.

Así que al final tengo que ceder,

Despido a los buenos modos,

Le doy una hostia en la coronilla,

Y salen todas las mucosidades de golpe,

Y aterrizan en el mantel nuevo, el pintado

Con melocotones y gorriones.

Mi primera comunión

Uñas y heces atoran los conductos,
heces y uñas de su propia cosecha.
Atoran, decía, los conductos de su baño,
interrumpiendo el fluir artificial de las aguas
de baño.
Otra uña,
otra hez.
Algo de pis, para que pase.
Somos feos por dentro,
la belleza está en el interior,
estamos llenos de bichos.
La comida de esta celebración
transformaremos en energía,
no sin antes haberla hecho
pasar
por mil estados de putrefacción
exquisitos y malolientes.

En Burjassot, 1928. El día de mi primera comunión