domingo, 25 de febrero de 2007

En la biblioteca

Con aceite, sal y
vinagre.
Fundamental el vinagre.
Un aliño completo.
Una axila aliñada,
y un machadito con ajo y cebolla,
cebolla sudada, bien sudada.
Y aún mueven los brazos al andar.
Déjelos pegados al cuerpo, señor,
que ya desde aquí su aliño
se deja sentir.
Y usted fuma, sin duda,
y poco se asea,
porque
con aceite y sal
y mucho vinagre,
va aliñado
y aliñando su entorno.
El hombre debe de oler,
claro está,
pero hay ciertos límites.
Encienda otro,
otra vez con la colilla del anterior,
que encendió con la colilla del
anterior, que encendió con la
colilla del anterior, que
encendió otro,
con la colilla del anterior.
Se deja usted sentir,
no le quepa duda.