Cáliz que permuta el viento,
miserere, miserere;
promesas maltraídas, adocenadas,
miserere, miserere;
las puntas de las botas del marinero
que, de campaña,
se ha bajado al puerto,
ha dejado el barco,
miserere, miserere;
calientes los místicos,
miserere, miserere;
candidatos mentecatos
salvavidas pizpiretos,
miserere, miserere.
Cayena para todos,
que luce el flequillo altanero,
perlas miserables cuyo
brillo es mate,
cuyo brillo es mate.
Miserere, miserere
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