That was not a marriage made in heaven
Recuerdo la noche plateada,
de acacia el molinete
pendenciero.
Recuerdo el amanecer perlado,
en busca del bonete
pedigüeño.
Recuerdo la llegada del sereno
(primera acepción)
mordaz.
Recuerdos moleculares de arcilla del pasado
reciente y pasado pretérito pasado;
recuerdos de las antorchas que portaban
las hormigas hogareñas que daban sombra a su paso.
Recuerdos atómicos y mancillados por el volátil
paso,
ligero y aguado,
de la cuerda que denuncia once veces el pasado,
de la cuerda que once veces repite lo acordado.
lunes, 10 de diciembre de 2007
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