jueves, 25 de septiembre de 2008

Le temp de cerises

Llegó el tiempo de la cereza,
del corazón en vinagre,
encurtidos, tartaletas.
Llegó el tiempo de la gárgola
de agua de luz
ventilada.
Claus revende los mochuelos
a quien los quiera comprar,
Claus revende los orzuelos
a quien los quiera explotar.
Siguen cantando los niños
canciones tan populares,
tan antiguas, tan reales.
Llegó el tiempo de las marquesinas,
de los pozos de cristal,
del acero de enfermedad mental,
como la esquizofrenia o el trastorno bipolar.
Aquí, en Madrid, en verbenas
de verdad,
llegó el tiempo de la cereza.

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