¿Que no te huele la boca a mejillón?
Porque tú lo digas.
Ven que ausculto otra vez
las muelas y los huecos
de las muelas
y los rellenos de las muelas.
A mejillón
que has comido hoy paella
y los has apartado a todos menos a los bivalvos.
Te huele la boca a ese sobaco interno
de los mejillones,
que sería mejor que no lo tuvieran.
Te huele la boca a naranja
y a aceite y a sucio,
a aceite sucio.
No se puede ser peor.
Extraído del poemario "Te huele la boca".
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4 comentarios:
Todo un ejemplo de maestría. Solo le falta agitar las castañuelas, ondear la bandera de nuestra querida España con su maravilloso águila, y echarse a dormir. Una siesta andaluza, claro.
España en la poesía siempre y en la rima y en los versos y en las venas. Esta poema conforma parte de una galería de lirismos sobre nuestra piel de toro a través de los alientos de sus habitantes (a veces más acertados que otras). A patria, me hiede a mí la boca.
Que yo siempre le decía a la Fernanda que le apestaba el pozo, y nunca me hacía caso, siempre "es que no me quiere Juanito" y yo le decía, mija, pero cómo te vaaquerer, si tas mas podría que una aceituna de rebaja, ay querida, siempre le digo a Dió que tu ereh una joya de sabiduría.
A usted le huele el boquino a vulgaridad.
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