Otra vez. Vamos. No pierdas la cabeza, pero tampoco lo pienses mucho. Otra más, vamos, otra vez. No tengas piedad. Otra vez, venga. Pero ahora con la mano abierta.
Nací cuando tocaba, me marcharé a la hora. Me gustan las almendras y salir a la fresca en las noches calurosas de este Levante nuestro. Qué de raíces tiene una ya a esta edad.
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